El marrón tiene como principal característica la presencia de numerosos sujetos
involucrados en su ciclo de vida y a los que nos referiremos continuamente a
lo largo del documento. Lo que sigue es una lista incompleta de los sujetos
más comunes implicados:
2.1. Sujetos activos
Los sujetos activos del marrón son los encargados de dirigir los marrones hacia
los sujetos pasivos. Dependiendo del organigrama de la empresa, los sujetos
activos pueden, a su vez, ser sujetos pasivos de otros.
La siguiente lista describe los tres tipos más usuales de sujetos activos,
en orden creciente de actividad marronera.
El browner es aquel sujeto que, por las características de su puesto
(o de su forma de ser, que hay de todo) asigna marrones a los demás. Cualquier
persona que consciente o inconscientemente te suelte un marrón adquiere automáticamente
la categoría de browner.
El browner puede asignar marrones de forma esporádica o prolongada
en el tiempo. También existen browners que marronean de forma más periódica,
pero siempre con un volumen reducido de marrones.
No debe odiarse en exceso al browner, ya que él, a su vez, suele tener
otros browners por encima que generan los marrones y él se limita a
reasignar (usando una técnica de Brown Throwing, que se verá más adelante)
El brown dispatcher es un tipo especial de browner, cuya función
es la asignación periódica y sistemática de marrones.
El brown dispatcher, a veces conocido como Jefe de Proyecto, se caracteriza
por sufrir de una personalidad inestable y tornadiza que le hace cambiar de
parecer con frecuencia, suprimiendo los marrones asignados y/o reemplazándolos
por otros si cabe aún más inútiles.
Los marrones endiñados por un brown dispatcher suelen ser continuos
en el tiempo y de duración discreta.
Uno de los rasgos que mejor distinguen a un Dispatcher de un Browner normal
y corriente es la forma en que endosa los marrones: El browner se lo curra
bastante: te presenta el marrón, negocia (impone) una fecha de finalización,
y suele hacer un seguimiento de cómo van las cosas.
El Brown Dispatcher no se anda con tantos miramientos: su finalidad es repartir
marrones, y como tales los despacha. Su eficiencia en el trabajo se mide en
la cantidad de marrones colocados por hora. Sus tácticas suelen ser claras,
directas y demoledoras. La velocidad con que asigna los marrones es tal que
el contrario no suele tener tiempo para reaccionar. Es muy dificil conseguir
llevarle la contraria en algo, y mucho menos convencerle de que algo se podría
hacer mejor de otra manera: él siempre tiene razón.
En general, los Asignadores tratan de afianzar cada vez más su poder. Para
ello intentan superarse a sí mismos asignando marrones cada vez mayores y
con mayor frecuencia. El fin último de todo Brown Dispatcher es llegar a ser
un Rei do Marrón. (vease debajo)
Algunos lo consiguen, pero la mayoría caen en el intento y acaban siendo
odiados y despreciados tanto por sus antiguos browneds como de los browners
que se sirvieron de ellos en el pasado.
Se trata de una variante refinada del Brown Dispatcher. Es el tipo de browner
que disfruta repartiendo marrones y en ello ve realizada totalmente su vocación.
Es un ser que vive para el marrón, pero no como el Brown Lover, que le encanta
comerselos y no descansa hasta que está hasta arriba de ellos, sino que lo
que realmente le hace feliz es ponerse a repartirlos y despachar uno detrás
de otro.
Puede encontrarse en cualquier sitio en el que se generen suficiente
número de marrones, pero su habitat natural está en las grandes empresas.
Es en este tipo de entornos donde proliferan sus dos elementos favoritos:
los marrones... ¡y cantidades ingentes de browneds a los que endiñarselos!
No es de extrañar que en esta privilegiada situación, los Killers
intenten estar en el puesto en que te tengan un mejor acceso directo a los
browneds, de forma que puedan disfrutar una y otra vez con la signación de
marrones.
Desde que llega a la oficina por la mañana, hasta que se va a última hora,
se de dica a su acitivdad favorita: colar marrones. Según va hacia su despacho
ya suele pillar algún despistado, normalmente un PBC o un Browned de nivel
bajo, al que le acaba metiendo algún marrón, sólo para ir abriendo boca.
Según llega a su despacho, empiezan a desfilar los browneds uno detrás de
otro según van siendo convocados. La secretaria del Killer no suele dar a
basto en llamar a las víctimas para que pasen a recibir su marrón. Claro que
ella suele ser la primera enmarronada. Hay veces, cuando el marrón es de consideración,
o cuando cree que le va a costar un poco más convencer a la víctima de que
lo acepte, que él hace la llamada personalmente. El caso extremo es cuando
se levanta de su sitio para ir a buscar a la víctima e intenta hacerse el
amable con ella. En ese momento, cualquiera que le conozca lo suficiente empezará
a tener sudores fríos, temblores, y unas ganas tremendas de salir corriendo,
pero llegados a este punto ya casi no hay nada que hacer: El Killer ya ha
olido la presa y no la dejará escapar por nada del mundo.
Es mas peligroso que la media, ya que sus herramientas naturales son la
sutileza, la discreción, y la inteligencia. De hecho, es el único que tiene
posibilidades de colar un marrón de cierta categoría (incluso auténticos pata
negra) a un browned quemado y endurecido. Para ello usa técnicas altamente
depuradas. Domina la nada fácil técnica para colar marrones apocalípticos
(Apocalypse Brown), y casi siempre tiene algún marron en serie (Serial Brown)
en la fase de comida.
Por último, las tácticas habituales de escaqueo usadas por los browned suelen
tener poco éxito con él, ya que emplea técnicas de busca y captura depuradas
tras una larga experiencia (un Killer suele ser un veterano con muchos años
en el oficio, y "sabe más el Browner por viejo que por diablo").
En resumen, es un especimen de la mas alta peligrosidad, el máximo exponente
evolutivo de la "carrera de armamentos" que se dá por selección
natural (el incremento en la habilidad de las presas para escaquearse, origina
la aparición de predadores aún más capacitados: si fuese un dinosaurio, sería
un velociraptor). Afortunadamente, pocos browners son capaces de alcanzar
esta categoría.
Este es el browner supremo. O Rei se caracteriza por la generación
de marrones de proporciones titánicas, sencillísimos según él, que deben estar
terminados siempre en un tiempo récord.
O Rei suele ocultarse tras una fachada inocente que oculta sus aviesas
intenciones. No se sabe de ningún Rei que no se haya dirigido amablemente
a sus víctimas antes de enmarronarlas. Se dice de ellos que son lobos con
piel de Cordero, en honor a uno de los más famosos Reyes que ha conocido
la historia.
La gran diferencia entre el Rei y cualquier otro tipo de browner, y que ha
llevado a grandes confsiones, es que él no es consciente de serlo. En efecto,
el Rei no cree estar haciendo nada malo al endiñar sus marrones. Es más: cree
que está haciendo un favor a la otra persona, que así tiene la oportunidad
de ver un tema nuevo, o de asumir una determinada responsabilidad. Él lo hace
con toda su buena fé. Incluso cuando se está inventando browns inexistentes,
cree que lo está haciendo por el bien de la empresa, y el que haya que dedicar
mucho esfuerzo a realizarlos no es más que una mínima parte de lo que habría
que hacer si él no hubiera estado allí.
Otro síntoma claro de los Rei es que suelen ser la desesperación de sus jefes,
que ven como enmarronan a sus mejores empleados y se van quemando uno tras
otro en tareas absurdas que nadie les ha pedido. Normalmente cogen una tarea
sencilla que podrían hacer con una o dos personas y acaban involucrando a
media empresa, interrumpiendo las líneas de trabajo productivas. Normalmente
después de largos años de continuo marroneo hacia todo tipo de browneds, sean
subordinados suyos o no, y de incumplir plazos y objetivos consistentemente,
suelen darse a la fuga antes de que sus superiores entren en cólera y acaben
con ellos de una vez por todas.
El verdadero O Rei es incombustible. Es capaz de aguantar broncas en público
y en privado durante años sin inmutarse, como si no fuera con él. Dada su
total ausencia de la realidad, parece que no sienten ni padecen, lo que les
lleva a, pasados los cinco minutos iniciales de cabreo, seguir como si nada
hubiera pasado.
Otra prueba de su incombustibilidad es que siempre es el último que se va
de la oficina. Pasa horas y horas sentado en su sitio, sin saber nadie qué
hace, o aguanta hasta las tantas en reuniones maratonianas, que se habrían
acabado mucho antes y con mejores resultados si no hubieran contado con su
presencia.
Es habitual que en una reunión el Rei defienda una postura que es totalmente
absurda e inviable. Estas reuniones suelen ser interminables, ya que intentar
convencer al Rei de que cambie su postura es casi ciencia-ficción. Las reuniones
con el Rei suelen acabar por agotamiento del contrario. Llega un momento en
toda reunión que se prolongue lo suficiente, que la gente normal lo que quiere
es acabar de una vez e irse a su casa. Por el contrario, el Rei sigue sosteniendo
su postura contra viento y marea, demostrandose a sí mismo y al mundo su resistencia
y sin entender que los demás estén ya cansados. Es famosa la frase, dicha
a las diez de la noche, de: "vamos a darle otra vuelta a esto"
Como se podrá comprender, estos seres son unos desgraciados (en su doble
acepción) ya que son incapaces de llevar una vida personal normal. ¿cómo va
a ser si nunca pasan por casa más que para dormir, y cualquier amigo que hable
con ellos acaba automátiamente con un marrón encima?
Como suele suceder, la inutilidad de los marrones endiñados por un Rei
es directamente proporcional al esfuerzo necesario para conseguirlos e inversamente
proporcional al tiempo disponible para acabarlos.
A menudo, los que están directamente a sus ordenes se rebelan contra él,
hartos de que les boicotee todo su trabajo y sus decisiones, después de haber
estado trabajando como negros para sacarlo adelante, y no precisamente gracias
a él. Después de un cierto tiempo se niegan a acatar órdenes y piden el banquillo.
Muchos llegan a pensar incluso en dimitir. Ha habido casos en los que todos
los componentes de un equipo han dimitido a la vez como medida de presión
"o él o nosotros". Estas amenazas han llegado a consumarse en ocasiones.
Normalmente el siguiente paso es que algún tipo de jerarquía superior interviene
en el asunto (si es que los browneds llegan a comunicarselo, ya que O Rei
no lo hará) e intenta calmar los ánimos. La única solución real al problema
que se ha demostrado efectiva es el cambiar a los browneds de departamento,
para que nunca más tengan dependencia del Rei. Si los jefes superiores no
atajan esta situación rápida y definitivamente, a los sufridos brown
eaters no les quedará otro remedio que abandonar la empresa, opción que
no suele tardar mucho tiempo.
Existe una variedad mutante del Rei, de denominación incierta (O
Mais Portentouso Enmarronador do Universo Mondo, es la más común) que
se caracteriza por ser un híbrido de Rei y Dispatcher. Obviamente,
estos sujetos son los más solitarios de la empresa ya que todo el mundo rehuye
hablar con ellos ante la altísima probabilidad de acabar cubierto de caca.
Esta es una figura un tanto paradójica dentro de este mundo. Son aquellos
personajes que se dedican a llevar al día los marronómetros
para que los browners o brown dispatchers tengan más fácil la asignación y
seguimiento de los marrones.
Hay casos extremos en los que el brown dispatcher llega a delegar totalmente
en el assistant, de forma que sea él mismo quien pase lista a los browners
de tareas pendientes y por hacer, reportando después a sus superiores.
Son de gran utilidad para todo tipo de browners ya que les evitan tener que
estar indagando cómo va la evolución de los marrones asignados, ya que ellos
lo investigan, lo organizan y lo dan todo resuelto en un marronómetro actualizado
periódicamente.
Los assistant suelen ser browned a su vez, ya que tienen como marrón perpetuo
el investigar cómo van los marrones de los demás. Suelen englobarse en departamentos
con nombres variopintos como "Control de Producción" o "Seguimiento
de Proyectos"
Con el test que viene a continuación podrás determinar el nivel de browner
que alcanza tu jefe. Marca con una X en la casilla de cada frase que se pueda
aplicar a tu jefe y suma el número de casillas rellenas al final.
Puntuación:
-
De 0 a 3 puntos: No tienes de qué quejarte. Intenta conservar tu jefe
durante mucho tiempo.
-
De 4 a 7 puntos. Tu jefe es un buen browner. Te mete caña sin razón y
espera que le dés las gracias por ello. Consuélate pensando que podía ser
peor.
-
8 o más puntos. Tienes un auténtico Brown Dispatcher como jefe. ¡Es imprescindible
que leas todo el documento para poder sobrevivir!
Nota: Si tu jefe fuera O Rei do Marrón, no te haría falta
hacer este test para descubrirlo. Afortunadamente, los Reies escasean.
2.2. Sujetos pasivos
Los sujetos pasivos son los destinatarios finales del marrón. La característica
de sujeto pasivo no debe ser objeto de frustración, ya que existen técnicas
que pueden hacer al sujeto pasar de pasivo a activo, como se verá más adelante
en este documento.
La siguiente lista describe los tipos más usuales de sujetos pasivos, los cuatro
primeros están en orden creciente de probabilidad marroneante.
Se denomina browned a todo sujeto al que acaba de caerle encima un
marrón.
Todo el mundo es vulnerable a verse enmarronado, (everybody is brownable)
por lo que la categoría de browned no es exclusiva de ningún grupo
específico. Como dice uno de los corolarios de Brownzowski: "Se enmarrona
el Rey, se enmarrona el Papa, y de enmarronarse nadie se escapa".
El brown finder o tontolculo es un tipo especial de sujeto presente
en toda empresa al que su especial forma de ser le convierte en candidato
especial a comerse marrones.
Se le reconoce fácilmente pues sus frases suelen empezar por entradas como
"Yo me ofrezco voluntario" o "Yo te echo una mano".
Esta predisposición a comer marrones les hace ganar muchos amigos, tanto entre
los compañeros como entre los jefes; pues ven en él un blanco de descarga
inmediato.
Este tipo de individuos, poseen la excepcional cualidad de conseguir autoenmarronarse,
aun sin proponérselo. Caracterizados por la mayor desgracia de la Madre Naturaleza:
la habilidad para hacer prácticamente cualquier cosa, estos sujetos se ven
sometidos, continuamente, a un sin fin de marrones. Son fácilmente identificables
por su elevado nivel de auto-browning y, por supuesto, por estar siempre realizando
funciones que no son suyas.
Es un sujeto altamente valorado por sus compañeros, siempre y cuando haya
algún floating brown de escasa duración, en el cual el desdichado pueda "lucirse".
No es así, en el caso de su jefe, que ve que la actividad del brown finder
orienta normalmente a los marrones ajenos, desatendiendo por tanto los propios,
asignados por él.
Para evitar convertirse en un buscamarrones, es muy importante que nadie,
absolutamente nadie, sospeche de las habilidades que se puedan poseer, ya
que en el momento que éstas queden demostradas, se podrá ver una gran nube
de marrones alrededor del pobre que, por una vez, accedió a hacer "un
pequeño favor".
El mayor grupo de riesgo, con todos los números de la rifa, suele ser el
de los PBCs, ya que en su afán de demostrar su capacidad laboral, pueden acometer
tareas fuera de sus competencias, con lo cual, entrarán a formar parte de
esta familia de browned
El Brown Eater es un sujeto desdichado cuya existencia parece girar
en torno a la comida de marrones. Morador habitual de la Brown Room
(ver más adelante), el comemarrones empieza y acaba su jornada laboral sepultado
entre toneladas de papel y agobiado por multitud de marrones, reales o virtuales.
No todos los Brown Eaters consiguen sobrevivir. El camino es largo,
duro y erizado de trampas. Sin embargo, aquellos que logran remontar la condición
de comemarrones deben ser tratados con suma cautela; esto es así porque el
largo periodo de comida marronil afecta severamente a sus cerebros y, desde
ese momento, sólo viven para la venganza. Debido a ello, un comemarrones liberado
tiende asintóticamente a reciclarse en Brown Dispatcher de Primera.
El PBC (siglas de P... Becario de los C...) se encuentra en el escalón más
bajo de la escala evolutiva y por tanto carece de derechos pero no de deberes.
Estas dos características se combinan de un modo tan perfecto que los browners
(de todo tipo) les tienen considerados como comemarrones de primera.
Son limpios, educados, no se quejan, trabajan como cosacos y, en algunos
casos, no cobran. No es de extrañar, pues, que las empresas hagan un uso cada
vez más extensivo de PBCs.
El PBC suele acabar de dos formas posibles: contratado por la empresa, con
lo cual cambia sus grilletes de hierro por unos de acero inoxidable; o ingresado
en el instituto frenopático más próximo, incapaz de aceptar la presión.
El PBC, para su desgracia y aprendizaje, no sólo come marrones sino que encima
son los de menos categoría. Absorbe incluso los "minimarrones" o
"marrones derivados" que son las tareas de chico de los recados
del resto de los browned. Estos encargos en su mayoría propios de secretaria
de bajo nivel, pero en general ni siquiera éstas los aceptan, ya que saben
que siempre se puede confiar en la complacencia, abnegación y trabajo callado
del PBC.
Tambien conocido como Eskeiker, o incluso Eskakeitor, éste
es un sujeto pasivo de marrones, pero especializado en esquivarlos, por lo
que se puede considerar casi como activo, por la actividad que desarrolla
en el esquive. Es odiado y temido entre sus compañeros, ya que esquiva todos
los marrones y acaban cayéndoles a ellos. Toda su actividad se centra en esquivar
y no en resolver por lo que se le puede considerar más cercano a un browner
que a un browned.
A pesar de intentar no trabajar nunca, son muy apreciados por los jefes,
sobre todo si son del tipo O Rei do Marrón, ya que aunque no realizan la tarea,
si que consiguen que le caiga a algún compañero que la saque adelante, con
lo que les ahorran trabajo a ellos.
Una cualidad singular de estos sujetos es la capacidad de apuntarse méritos
y recibir medallas de cosas en las que no ha tenido ninguna participación,
para mayor enfado de sus compañeros.
Esta clase de sujeto suele estar mal visto incluso entre los propios browned,
que piensan que se dedica entrometerse en sus asuntos, pero la realidad es
que no aparecen hasta que las cosas están marrones de verdad.
Suelen llegar cuando el nivel de marrones, o la dificultad para resolverlos,
es tal que es imposible deshacerse de ellos por los procedimientos normales.
En esos casos, y como situación desesperada, se recurre al freelance, que
no es otra cosa que un especialista en acabar con marrones extremos.
Su trabajo es muy importante, ya que suelen librar de muchos marrones a los
empleados, y actuando como auténticos "Brown searchers". Si el trabajo
es para ayer en la empresa, para el Freelance siempre es antesdeayer.
2.3. Brownigrama
A continuación, y para aclarar un poco, si cabe, el papel y puesto de cada
uno de los sujetos antes mencionados, se incluye un esquema jerárquico (en
algunas esferas llamado organigrama) al que se suele denominar Brownigrama.
En este gráfico se ilustran las relaciones típicas existentes en cualquier
empresa u organización.

Cómo entender el brownigrama
-
Las líneas curvas marrones reflejan el flujo de marrones saltándose el
orden jerárquico (suele denominarse informal o fáctico). En general este
flujo suele ser más intenso que el jerárquico, lo cual se refleja en un
mayor grosor de estas líneas. Además no suele darse de forma directa, sino
utilizando subterfugios y toda clase de rodeos, de ahí las líneas curvas.
Notas:
Observando detenidamente el gráfico pueden sacarse algunas conclusiones, que
ayudarán a entender la estructura y funcionamiento del sistema:
-
Es una estructura típica de una organización enmarronada, ya que hay más
browners que browned. Si fuera al revés, los browners sólo podrían generar
trabajo a nivel normal, con lo que no habría marrones. (en lenguaje coloquial
se suele decir que hay "mucho jefe y poco indio")
-
El Rei do Marrón no ocupa el puesto máximo, sino el de adjunto. Es este
el puesto en que se suele sentir más cómodo, ya que puede enmarronar a diestro
y siniestro sin tener que asumir la responsabilidad de sus marrones. No
se sabe de ninguna organización presidida por un Rei que haya sobrevivido.
Esto es debido a la gran capacidad de enmarronar, con la que consigue que
la organización entera se suma en un marrón del cual es incapaz de salir.
Se sabe de empresas que han quebrado, o que han tenido que ser absorbidas
por otras tras ser gestionadas por un Rei do Marrón.
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Los browners están justo encima de los sujetos pasivos, controlando de
cerca la ejecución de los marrones. Esta es la situación normal, aunque
se sabe de muchos brown dispatchers que ejercen su enmarronamiento directamente.
-
El brown finder no sólo recibe marrones de su jefe, sino que, por su forma
de ser, se apunta también a los de sus vecinos.
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